jueves, 28 de julio de 2011

El Club del Kimono. Primera salida



El kimono irradia su verdadera belleza solo cuando es vestido, es en ese momento que aquel que lo viste comienza a sentirse afortunado.

Cuando la gente escucha el término 'kimono' imagina 'algo maravilloso' pero, raramente, aprecia las transformaciones físicas y espirituales que operan sobre el que lo viste. El hecho de colocarse un kimono aúna a este con la persona y le da su forma.

                                                                    La vestimenta occidental, sea ya de
confección o a medida, es variada en formas, diseños y tallas. La forma está conformada antes de que una persona la vista. Los accesorios personalizan la prenda.

En el kimono, se da todo lo contrario.

Desde el más formal al más informal, todos tienen la misma forma.

Es posible hablar de la forma de un  kimono,solamente, después de ser vestido.

En otras palabras, es el que lo viste , de acuerdo a su competencia, el que crea la forma.

Esta es la potencial atracción que expresa la personalidad del que lo viste, lo que hace del kimono, algo tan diferente de la vestimenta occidental.





El Club del Kimono. Lena



Fue una experiencia muy gratificante.

Difundir la cultura japonesa en las calles del barrio chino.

Vi a la gente curiosa de entender por qué estábamos llevando el kimono.

Esta vez quiero agradecer a Sophy y Lio por toda la dedicación y cuidado.

Lena

El Club del kimono. Testimonios. Cecy

Vestir un kimono es vestir elegancia, es vestir gallardía.

La postura a la que el kimono nos obliga es, justamente, el lucimiento de lo que el kimono implícitamente es.

Creo que, independientemente, del cuerpo que viste el kimono, el kimono tiene su espíritu que es el que, verdaderamente, luce.


Sí. Detrás de todo hay un espíritu que es el que se manifiesta, por ello las personas cambiamos tanto al vestir otras prendas, de pronto parecemos otras personas.

Tomamos un matiz que no es el propio, es como que un 'algo' nos invade y manifiesta.

Vestir un kimono es dejarse tomar por ese espíritu.

Allí está la riqueza de esta experiencia.

Cecy.

El Club del Kimono. Marta C.



La sensación de llevar el kimono junto a mis compañeras y a Sophy y Lio, fue enriquecedora desde el interior.

Este aporte reforzó ese lazo personal entre las dos culturas que yacen en mí con tanta pasión que lo exterior se funde.

Por momentos... estaba en Japón.

Gracias.

Marta C.




La experiencia de vestir un kimono, me pareció una magnífica y emotiva experiencia-

Además me sucedió algo magnífico; viendo las fotos me di cuenta que había dejado de tener la postura que nos había enseñado mi padre saludable, elegante, erguida por lo que de inmediato estoy procediendo a retomar las indicaciones recibidas y no hace mucho, abandonadas.
Muchas gracias !!!!
Marta.

miércoles, 27 de julio de 2011

El Club del Kimono. Reunión del mes de Julio





El sábado 23 de julio, nos reunimos para hacer nuestra primera salida en grupo, vestidas con kimono.

Eramos seis.

Sophy estuvo muy ocupada vistiéndonos.

Recibimos  algunas indicaciones de como caminar, movernos, la postura, para hacer del kimono una prenda elegante.

Recorrimos varias cuadras del barrio ante la mirada entre curiosa, risueña y asombrada de los numerosos viandantes que a esa hora circulaban por esas calles y, por cierto, eran muchos! ...

Fuimos a ver una exposición de telas estampadas y vestimenta de Taiwan que resultó ser atractiva.

Y regresamos para compartir un riquísimo ocha con exquisitas tortas, celebrando el día de la amistad, a eso se agregó la  felicitación  a Lena, una de las señoras que concurre a El Club del Kimono que obtuvo su certificado de "Maestra de Ceremonias" con mención de honor, en un Instituto Argentino de Ceremonial. ¡ Bravo Lena !!!!!!!!!!

Fue una  experiencia muy interesante, creemos que para todas.

Algunas de las señoras estaban muy emocionadas - según dijeron - porque nunca pensaron vestir un kimono y salir a caminar por estas callecitas de Buenos Aires; otras estaban fascinadas y todas muy contentas.

Según Sophy, que podía observarnos desde lejos y  sin que lo supiéramos, cada una de las señoras puso su impronta al kimono que vestía.


domingo, 17 de julio de 2011

El Club del Kimono Reunión mensual




El próximo sábado 23 de julio, a las 15 hs, en Mendoza 1650 piso 1° tendremos nuestra reunión mensual.

Será todo un acontecimiento porque por primera vez, saldremos a la calle vestidas con nuestros kimonos, recorreremos el barrio y después ,para celebrar el día de la amistad, iremos a tomar el té.

Las señoras deberán confirmar su asistencia por e-mail para tener disponibles la cantidad adecuada de kimonos y ninguna quede sin vestirlo.

Pensamos que será emocionante y divertido a la vez.

Después les contaremos nuestra experiencia...

domingo, 10 de julio de 2011

Curso de Gym Nihon Buyo



A partir del sábado 16 de julio, de 12hs a 13 hs Sophy dará clases de Gym Nihon Buyo, en Mendoza 1650, piso 1°.

Las clases se dictarán todos los sábados en ese horario y tendrán una hora de duración.

Aquel que decida participar, por favor, traer ropa cómoda y medias o zoquetes para poder practicarla.

El arancel mensual es de $ 60. (pesos sesenta)

Se ruega puntualidad.
                                                    

                                                  ¿Qué es Gym Nihon Buyo?


Es una gimnasia en la que se disfruta con los estilizados movimientos de la danza japonesa, Nihon Buyo, que permite obtener una mayor flexibilidad y bienestar.

Desde el punto de vista de la edad, presenta una gama de posibilidades porque puede ser practicada por los niños hasta los adultos mayores y no necesita de conocimientos o preparación previa. Los movimientos suaves que conlleva, no lastiman el cuerpo, permiten disfrutar de la danza manteniendo una buena postura.

Se busca la coordinación entre la mente y el cuerpo, manteniendo la ejercitación de ambos y aquellos que la practican buscan mantener la armonía entre el cuerpo y la mente.

En su práctica, el espíritu japonés trasciende y logra llegar a todos aquellos que la practican.


































Tanabata, Gym Nihon Buyo y Nihon Buyo en el Jardín Japonés



El 9 de julio en el Jardín Japonés se recordó el festival de Tanabata.

Podíamos poner nuestros deseos en las ramas del bambú que habían dispuesto a tal efecto.

Teniendo como fondo este festival de las estrellas, Sophy realizó una clase participativa de Gym nihon buyo.


Estuvo presente en el Salón Centenario del Jardín Japonés, la Sensei Miyuki Fujii.

Fujii San es una maestra que hace algunos años, vino desde Japón como representante de Jica con el objeto de conformar grupos de danza y fijar las normas para la enseñanza de Gym Nihon Buyo. Llegó hace dos meses a la Argentina para supervisar las tareas que están haciendo sus ex-alumnas yregresa a Japón, el día lunes 10 de julio.

Como siempre, la gente acompañó con mucho entusiasmo a Sophy.

Luego de la clase participativa de Gym Nihon Buyo, se realizó una demostración de Nihon Buyo.


Cerró la muestra Fujii Sensei danzando una coreografía propia.

miércoles, 6 de julio de 2011

Tanabata El festival de las estrellas. Diversas versiones.






El festival de Tanabata tiene su origen en una leyenda china llamada Qi xi ( la noche de los siete).
Tanabata celebra en encuentro de Orihime (la estrella Vega) o Princesa Tejedora, la más brillante de las estrellas de la constelación de Lira y Hikoboshi (la estrella Altair) o Boyero Estelar, la más brillante de las tres estrellas de la constelación Aguila. Según la antigua cosmología china, Vega formaba parte de la constelación Shokujo o Tejedora, situada al este del río Amanogawa (Vía Láctea) mientras que Altair pertenecía a la constelación Kengyu, ubicada al oeste.

Según la leyenda, Orihime  era la hija de Tentei (el rey celestial) y se enamoró de Hikoboshi, su amor fue bendecido por su padre y se casaron. Una vez casados, descuidaron sus obligaciones celestiales, ella dejó de tejer y él abandonó el ganado a su suerte. Enojado el rey celestial los castigó, separándolos a uno y otro lado del río Amanogawa (Vía Láctea) o Río Celestial.

El rey celestial,conmovido por la tristeza de su hija, permitió que los jóvenes se vieran una sola vez al año, durante la noche del séptimo día del séptimo mes. Esa noche las urracas (Kasasagi) acuden volando al Río Celestial y con sus alas desplegadas forman un puente que permite que los amantes crucen la Vía Láctea para encontrarse.

La noche del séptimo día del séptimo mes del calendario lunar es el momento del  año en el cual Vega y Altai aparecen más cercanas una de otra en el cielo, conformando con la estrella Deneb de la constelación del Cisne (las urracas mencionadas en la leyenda) el llamado Triángulo Estival.

La leyenda dice que en caso de que la noche se presente lluviosa, le crecida del río celestial impedirá a las urracas formar el puenbte de unión, quedando los amantes sin poder encontrarse hasta el año siguiente. La lluvia de esa noche es más triste que la de las demás, siendo conocida en Japón como " la lluvia de las lágrimas".







Otra versión de la leyenda que fundamenta el festival de Tanabata dice lo siguiente:

Hace mucho tiempo en algún lugar vivía un joven labrador que un día, volviendo del trabajo, encontró una tela en el camino, la tela más bella que jamás había visto.

- ¡Qué tela tan bella! -, dijo impresionado y la metió en su canasta.

En ese momento, alguien lo llamó. Al darse vuelta se sorprendió al ver una mujer muy
bonita.

- Me llamo Tanabata. Por favor, devuélveme mi hagoromo - dijo la joven.
- ¿Hagoromo? ¿Qué es un hagoromo? - preguntó él.
- Hagoromo es una tela que uso para volar. Vivo en el cielo, no soy humana. Descendía para jugar en aquella laguna pero sin mi hagoromo no podré regresar, por eso, te pido que me lo devuelvas.

El joven avergonzado no se atrevió a decir que él lo había ocultado y dijo no saber de que le hablaba.

Tanabata no pudo regresar al cielo y no le quedó otra alternativa que quedarse en la tierra. Con el tiempo, ambos se hicieron muy amigos y, posteriormente, se casaron. Después de unos años, limpiando la casa, Tanabata encontró el hagoromo.

- ¡Ah! Tú fuiste el que tomó mi hagoromo- dijo sorprendida a su marido. Ahora que ya lo he encontrado tengo que regresar al cielo. Si tú me amas, haz mil pares de sandalias de paja y entiérralas en torno a un bambú. Si lo haces, podremos vernos nuevamente. Hazlo por favor. Te estaré esperando.

Con estas palabras, Tanabata subió al cielo.
El joven se quedó muy triste y comenzó a hacer las sandalias de paja que Tanabata le había pedido para poder verla nuevamente.

Un día creyó haber confeccionado ya los mil pares de sandalias de paja y las enterró en torno a un bambú. En ese momento el bambú se extendió muy alto y llegó hasta el cielo.

- ¡Treparé al bambú y podré ver a Tanabata! - dijo el joven y subió y subió y llegó al extremo del bambú pero el bambú no llegaba al cielo. Le faltaba muy poco para llegar,  faltaban un par de sandalias para completar el millar.

- Me falta solo un poco para alcanzar el cielo - pensó y exclamó - ¡Tanabata! ¡Tanabata! ...

Su voz llegó al cielo, Tanabata la escuchó, se puso muy contenta y extendió su brazo y lo recogió. Felices, se tomaron de las manos. En ese momento apareció el padre de Tanabata quien preguntó:

- ¿Quién es ese hombre?
- Este es mi esposo -  respondió Tanabata.
- Mucho gusto - respondió el joven.

Al padre de Tanabata no le gustaba que su hija se hubiese casado con un humano y preguntó al joven en que trabajaba. El joven dijo que era labrador y el padre de Tanabata le ordenó que por el lapso de tres días cuidara sus tierras y el joven aceptó.

Tanabata le comentó a su marido que su padre estaba tendiéndole una trampa y aunque tuviese sed, no comiese ninguna fruta pues algo malo le ocurriría. El joven comenzó a cuidar de las tierras, pasaron los días y tuvo mucha sed, no pudo aguantar más y tocó una fruta de la cual surgió mucha agua que se convirtió en un río, el Amanogawa. El joven y Tanabata quedaron separados por el río y ambos se convirtieron en estrellas, las estrellas Vega y Altair.

Desde entonces, la pareja, con el permiso del padre, puede encontrarse solamente un día al año, el siete de julio.

Ambas estrellas aún brillan en el cielo.


Origen del Festival de Tanabata


Se deriva de la tradición china Qi Xi (la noche de los siete).
 
Celebra el encuentro de Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altai).
La Vía Láctea, un río hecho de estrellas que cruza el cielo, separa a los amantes y solo se les permite encontrarse una vez al año, el sétimo día del séptimo mes del calendario lunisolar.

La fiesta se origina a partir del "Festival para la súplica de la habilidades" nombre alternativo de Qi Xi que se celebraba en China y fue adoptado en Japón, en el Palacio Imperial de Kioto durante la era Heian. A principios de la era Edo se extendió al público en general y se mezcló con otras fiestas como el Bon odori que se celebraba el día quince del séptimo mes. Así se originó el moderno festival de Tanabata.

Durante la era Edo, las jóvenes pedían habilidades en la costura y la artesanía y los jóvenes  tener mejor caligrafía a base de escribir deseos en hojas de papel. En esa época, también, se acostumbraba a utilizar el rocío tomado en hojas de taro para crear la tinta usada para escribir los deseos.


Hoy, el Bon Odori se festeja el 15 de agosto del calendario solar, más cerca de su fecha original en el calendario lunar pero más separado de la festividad de Tanabata.

El nombre de Tanabata se basa, remotamente, en la lectura japonesa de los caracteres chinos que se solían leer como "shichiseki".

Se cree que existía por esa época una ceremonia shinto de purificación en la cual un mijo tejía un trozo de tela especial llamado Tanabata y lo ofrecía a la divinidad pidiendo protección para los campos de arroz contra lluvias y tormentas y para obtener una buena cosecha en otoño.

Gradualmente, se mezcló con el festival para la súplica de las habilidades y se convirtió en Tanabata.

Se basa en el cuento asiático de la princesa y el pastor.

Orihime (la princesa tejedora) era la hija de Tentei (el rey celestial). Tejía espléndidas telas a orillas del rio Amanogawa (la Vía Láctea). A su padre le encantaban sus telas y ella trabajaba duramente día tras día para tenerlas listas.

Por su trabajo la princesa no podía conocer a alguien para enamorarse, lo cual la entristecía enormemente.

Preocupado por la hija, el padre concertó un encuentro entre ella y Hikoboshi, conocido también como Kengyun, un pastor que vivía al otro lado del rio Amanogawa. Se enamoraron y se casaron.

Orihime comenzó a descuidar su tarea y dejó de tejer para su padre y Hikoboshi prestaba menos atención a su ganado que teminó desperdigándose por el cielo.

Furioso, el Rey Celestial separó a los amantes, uno a cada lado del río Amanogawa, prohibiendo que se vieran.

Orihime, desesperada por la perdida de su marido pidió a su padre poder verse una vez más.

Conmovido por las lágrimas, el rey accedió a que se vieran el séptimo día del séptimo mes a condición que Orihime hubiera terminado su trabajo.

La primera vez que intentaron verse se dieron cuenta que no podían cruzar el río.

Orihime lloró tanto que una bandada de urracas prometieron su ayuda, haciendo un puente con sus alas. Finalmente se reunieron y las urracas hicieron la promesa de venir todos los años siempre y cuando no lloviera. Si llueve, deben esperar para reunirse hasta el año siguiente.

Hoy la gente lo celebra escribiendio sus deseos en trozos de papel o tanzaku y colgándolos
de las ramas de árboles de bambú.

El bambú y las decoraciones se colocan a flote sobre un río o se queman tras el festival a la medianoche o al día siguiente.

Se asemeja a la costumbre de los barcos de papel y velas del Bon Odori.